El 21 de octubre de 1950, Pío XIII publica la Constitución Apostólica Sponsa Christi, con la que se crea la nueva figura canónica de las "Federaciones de Monasterios de Monjas" originando un importante movimiento de renovación dentro de la Orden. Se trataba de exhortar a las monjas contemplativas a establecer relaciones entre los distintos monasterios y salir así del total aislamiento en el que cada comunidad de religiosas vivía.

El 13 de junio de 1954 se aprobó la Federación en España, nombrándose como Delegado de la Santa Sede de la provincia de Granada, a la que pertenece el monasterio de Santa Clara de Jesús de Estepa, al P. Ángel Vizcarra. Ese mismo año se llevarán a cabo el establecimiento y definición de los estatutos para el funcionamiento de la recién instaurada federación.

En 1969, en la tercera Asamblea Electiva del Capítulo Federal, se dará el título de Madre presidenta a la entonces abadesa del monasterio de Estepa, la Rvda. Madre Sor María del Corazón de Jesús Aránzazu Acha. Esta, en junio de 1941, tomó el santo hábito de clarisa en el monasterio de Estepa. El día 22 de junio de 1943 realizó los votos simples, y tres años después, el día 26 de julio de 1946, los votos solemnes.
Una de las más importantes reformas llevadas a cabo por la Federación fue el potenciar que los monasterios hermanos desarrollasen actividades laborales para el sustento de la Comunidad. Y las monjas, con la misma vocación que afrontan la vida contemplativa, realizan sus labores de trabajo diario para obtener ese necesario sustento. Ya no todo puede seguir siendo contemplación y rezos. También se reza trabajando. La piedad de los demás, importantísima para la Comunidad, no es suficiente para el sostenimiento de cada monasterio. Recordemos que el monasterio que nos ocupa, posee más de 6.000 m2 de edificio, y que con tan solo once monjas, lo conservan, dentro de sus mínimas posibilidades en perfecto estado, y de esto podemos dar fe cuantos hemos tenido la oportunidad de traspasar la puerta reglar.

El trabajar para poder vivir, para poder seguir manteniendo su casa se ha convertido ya en un aspecto más del modo de vida claustral.

El monasterio de Santa Clara de Jesús de Estepa, comenzó su actividad repostera en 1900, lo que supone un siglo de tradición artesana. En principio solo elaboraban pasteles de batata, viviendo la comunidad de otras labores como los bordados, escapularios, flores de tela, lavado y planchado de la ropa eclesiástica de la comarca, fabricación de hostias también para toda la comarca y ante todo en la huerta tenía y cuidaban de multitud de plantas que luegon vendían en macetas.

La exclusividad laboral de hacer dulces comienza en el año 1971, para ello intercambiaron recetas con las Jerónimas de Constantina. También recibieron un recetario de 1852 que había sido propiedad de la familia estepeña de Sor Consuelo de Jesús Jiménez.